Significa tener una comprensión clara de nuestra experiencia interna y del mundo externo. Y significa poder controlar la ansiedad en momentos decisivos, como los de un buceo profundo. Los sistemas para lograrlo y cómo entrenar el estado de activación
Djimmy Carpanzano
Cómo funciona nuestra mente y cómo condiciona el rendimiento en apnea? Nuestro cerebro, resultado de miles de años de evolución, opera de manera fascinante gracias a mecanismos increíblemente complejos y diversificados, uniendo procesos cognitivos, emocionales y sensoriales. Una de las palabras clave para entender la mente es "conciencia", entendida como la conciencia de uno mismo, de nuestros pensamientos, emociones y del entorno circundante. Cuanto mayor sea la conciencia que tengamos de nosotros mismos, mejores serán las actuaciones, tanto en apnea como en las experiencias de la vida. La mente humana procesa información a través de diferentes procesos cognitivos como la memoria, la atención, el lenguaje y la resolución de problemas. Procesos que nos permiten interpretar y reaccionar al mundo que nos rodea, mientras que las emociones influyen en la forma en que percibimos e interactuamos con los demás y con el entorno. Ser conscientes significa tener una comprensión clara de nuestra experiencia interna y del mundo externo. La conciencia implica estar presentes en el momento, observando nuestros pensamientos y sentimientos sin juzgar. Esto puede desarrollarse a través de prácticas de meditación, un tema fundamental para nosotros los apneístas. Otro factor importante es el entorno en el que interactuamos, constantemente expuestos a estímulos externos a los que debemos responder. Nuestra mente es un sistema complejo que procesa información y experiencias de formas que a menudo superan nuestra comprensión inmediata, y ser conscientes es la clave para acceder a una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo.
Se puede entrenar la mente?
Muchos atletas, a pesar de tener una preparación física y técnica impecable, fallan en momentos cruciales debido a limitaciones mentales, demostrando cuán importante es el equilibrio entre cuerpo y mente para alcanzar la condición llamada "flujo", en la que el rendimiento parece fluir con facilidad y a menudo coincide con el máximo rendimiento. Esto se debe a que la mente humana tiene la cualidad de ser plástica, es decir, tiene la capacidad de aprender y adaptarse constantemente, evolucionando y cambiando en respuesta a nuevas experiencias, de la misma manera que el cuerpo se moldea y fortalece a través del ejercicio físico. Entonces, la respuesta es sí: es posible entrenar la mente para mejorar sus habilidades. Un apneísta que busque potenciar su rendimiento debería incorporar el entrenamiento mental en sus sesiones de entrenamiento, tratándolo al mismo nivel que el físico. Este enfoque no solo fortalece el cuerpo, sino que también afina habilidades mentales cruciales como la concentración, el pensamiento analítico y la gestión de las emociones. Existen numerosas formas y técnicas para trabajar en el entrenamiento mental; en este número profundizaremos en la gestión del estado de activación, o arousal.
El estado de activación o arousal: qué es?
Final del mundial de fútbol. Último penal decisivo. El jugador más experimentado, consciente de que su gol llevaría al equipo a la victoria, se encuentra frente al portero rival. Unos instantes de espera, luego la carrera, el disparo al balón y sorprendentemente el balón se va fuera. A pesar de su habilidad demostrada en el entrenamiento, el desafortunado jugador falló en el momento más importante del partido y, quizás, de su carrera. ¿Qué le pasó a su mente y a su cuerpo antes de lanzar el penal y cuáles fueron las causas que lo llevaron al error? La conciencia de la importancia del momento podría haber generado una presión psicológica inmensa, afectando negativamente su concentración y desencadenando una ansiedad excesiva, llevando al jugador a enfocarse en posibles resultados negativos en lugar de en la técnica de ejecución. Estos mecanismos provocaron un aumento en la frecuencia cardíaca y la respiración, alterando la coordinación y el control motor, y un aumento en la tensión muscular, perdiendo así la espontaneidad y la fluidez, cualidades necesarias para ejecutar el gesto técnico de manera efectiva. Una combinación de factores psicológicos y fisiológicos podría haber influido en el jugador, haciéndolo fallar un penal que normalmente habría convertido. En el ejemplo descrito, está claro que el jugador estaba en un estado de activación excesiva. Sin embargo, la situación podría haber tenido un resultado diferente si hubiera tenido la conciencia necesaria para reconocer y manejar eficazmente las emociones y sensaciones intensas de ese momento crucial. De manera similar, un nivel de arousal demasiado bajo habría llevado a un estado de aburrimiento y desinterés en el atleta, reduciendo así la concentración e influyendo negativamente en la prueba.
Cómo entrenar el estado de activación?
Gestionar el arousal es crucial para optimizar el rendimiento, en el deporte en general, pero especialmente en el buceo libre, donde la presión y la ansiedad pueden influir significativamente en el desempeño. Para aprender a manejar el estado de activación, un primer paso efectivo es practicar la respiración controlada, como la respiración diafragmática profunda, que puede ayudar a reducir un estado de activación elevado, trabajando en la relajación y la reducción de la ansiedad y el estrés. También las prácticas de mindfulness, que ayudan a enfocarse en el presente, reducen los pensamientos ansiosos o distorsionados que pueden aumentar el arousal. Un excelente ejemplo que puede aumentar la confianza y reducir la ansiedad es la visualización de uno mismo durante la ejecución del gesto técnico o el logro del objetivo final. Además, establecer una rutina previa a la competición es útil para controlar el estado de activación, brindando una sensación de familiaridad y control, así como escuchar música relajante o motivadora puede ayudar, dependiendo de si el objetivo es calmarse o energizarse. La clave está en encontrar el nivel óptimo de arousal para cada individuo y situación específica, que puede variar según la disciplina y el sujeto.