«La carrera se caracterizó por un gran calor, tanto fuera como dentro del agua - nos dijo Vincenzo -. Encontramos el mar a 32 grados y una termoclina absolutamente agradable y refrescante a 26 grados. Las condiciones eran nada menos que perfectas, sin olas ni corrientes». 

Ferri se declara satisfecho y en las redes sociales agradece a sus patrocinadores, entre ellos Riccardo Buffoli, que le ayudó como entrenador durante el evento. El atleta de Cetma Composites, de regreso a Italia, termina el post declarándose listo para las nuevas aventuras que le esperan, y quién sabe, tal vez nos deparen algunas sorpresas en las próximas semanas, empezando por los italianos que competirán en Garda en septiembre.